jueves, 14 de abril de 2011

Cómo estropear un asalto (tips de un ladrón puberto)

Un sábado mañanero de estos se me ocurrió la peregrina idea de ir a cortarme el pelo, ahí al salón del barrio. Donde siempre.

Ese día se había ido el agua. Así que en la carrera de llegar después de una medio bañada, sólo me llevé el celular y una carterilla.

Hora y media después, pelos y plata de menos, me devolví a la casa a trole (o sea, caminandito, que le cae bien a uno con estos trabajos tan sedentarios). Ya me faltaban como setenta y cinco metros para llegar a mi casa cuando oigo en mi oreja derecha:

- Perra (- cómo que "perra" qué diantres!...) deme el celular o le meto un plomazo!


O_o


Un chavalillo de unos 15 años, en bici, iba pedaleando al lado mío en la acera, haciendo gala de sus habilidades para mantener su equilibrio y al mismo tiempo expulsar barrabasadas por la boca.

Yo, con la carterilla bien agarrada en una mano y el celular casi que fusionado con mi otra mano, pelé sendos ojotes y estupefacta seguí caminando. Así como quién dice, esto no está pasando, me lo soñé.

El chacalín sigue pedaleando, me adelanta, sale a la calle otra vez, da la vuelta en u, se vuelve a meter a la acera, pedalea a mi lado (yo sigo caminando en la acera, a paso más apurado y con el corazón tocando un solo de batería entre mis costillas, vale decir que ningún vecino asomó ni la punta de la nariz) y me espeta... sí, otra vez:

- Perraaa que me de el celular o le meto un plomazo! (esta vez tratando de que la voz desafinada de adolescente puberto sonara así como más gutural).

¿Qué hace una en estos casos? el compa no se baja de la bici, no suelta la manivela por lo que le es humanamente imposible pegarme un plomazo (a menos que la bici sea de plomo y me agarre a bicicletazos); tampoco deja de pedalear, es decir, que si quería que le diera mi celular yo prácticamente tenía que perseguirlo para dárselo... algo así como "-muchacho espereee tenga mi celulaaar, agárrelo cuidadito se le cae, deme chancecito para darle de una vez el estuche y el manos libreeees". Como que no.

Entonces yo hice lo que cualquier mujer que se respeta haría en un caso así, posterior al medio segundo de reflexión con el que conté... alisté mi mejor galillo y le grité en la pura oreja:

-AUXILIOOOOoooOOOOooooOOO!! (inserte eco en cada cochera de la vecindad, ahora sí un vecino por ahí se asomó a ver quién era la vieja gritona)

Siguiente escena: el chamaquillo huye despavorido a todo lo que dan los pedales por la calle principal de mi barrio.

Ladrón Puberto: 0. Vieja Gritona: 1

¡Qué susto por Dios Santísimo! pero bueno, nunca hay que subestimar la potencia vocal de una mujer en apuros, ni sobreestimar las habilidades rateriles de un guila asustado en bici.


Muchach@s no hagan esto en casa: oponer resistencia a un asalto no siempre tiene resultados blogueables.

7 comentarios:

  1. Tuviste suerte, pero definitivamente es mejor perder el celular que la vida...

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  2. jajajajajajajjajajajaja... que dicha que no le paso nada.. pero bien aplicado.. xD

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  3. Y yo pensando que lo habias empujado a un caño profundo con todo y bici! - como dice Dean tuviste suerte xq a ningun asaltante les gustan los escandalosos, un lacrilla con mas experiencia pudo haberte golpeado.

    Uno desearia pensar que elo chamaco aprendio la leccion pero sabemos que no es asi - andar con cuidado!

    Saludos

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  4. Qué dicha que no te pasó nada, tuviste suerte de toparte con el raterillo más inútil de ese día.

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  5. Ojalá todos asaltantes fuera así de chapas.
    La buena noticia es que estas bien :)

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  6. es que te tocó uno sin experiencia jaja que bueno que no te hizo nada, pero que triste que cagados anden en esas

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  7. Si lo piensa bien cuantas personas hay q ni terminan contando el cuento, el mae se vuelve loco (no sabe manejar la situacion ) y al chile saca arma y le dispara? creo q jugarsela de esa forma por algo material q eventualmente se repone no vale la pena...

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